Seguramente cuando empezaste a considerar viajar a Turquía, te hayas topado con este lugar. O a la inversa, tal vez viste alguna foto de este lugar espectacular, y te sorprendiste al saber que era en Turquía. ¡Capaz esta es la primera vez que te encontrás con este nombre, y estás descubriendo esta maravilla! Hoy te traemos una Guía de viaje con toda la info sobre uno de los lugares más espectaculares de Turquía: Pamukkale.
¿Qué es?
El nombre Pamukkale significa en turco “Castillo de algodón”, y viendo el lugar es fácil imaginarse por qué. Este increíble paisaje natural es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1988, pero la realidad es que no siempre fue así y aún está en proceso de recuperación.
La gran pregunta gran: ¿Eso es nieve? ¿Hielo? ¿Hace frío? ¡Ninguna de ellas!
Este curioso lugar es producto de una formación geológica, originada hace muchísimos años por movimientos tectónicos y terremotos que provocaron fallas desde donde comenzó a brotar agua termal. Pero la historia no termina ahí.
Esta agua termal no es cualquier agua, sino que tiene un alto contenido en creta, una especie de roca sedimentaria de color blanco, con la cual se fabrican algunas cosas, entre ellas las tizas.
Los romanos vieron este increíble lugar, con esos paisajes y aguas termales, y no pudieron resistirse. Construyeron una enorme ciudad balneario, que se conoció como la Hierápolis. Los restos de esta ciudad hoy día se pueden también visitar.
Más adelante en el tiempo, ya en las últimas décadas del siglo XX, el turismo se fue de las manos y como lamentablemente sucede en muchos lugares, la falta de regulación y cuidado hizo que destruyera todo a su paso. Se construyeron hoteles por todos lados, que además de destruir el lugar hacían uso de las aguas termales para llenar sus piscinas, provocando que las piscinas naturales comenzaran a secarse.
Como si esto no hubiese sido suficiente, hicieron una calle asfaltada por encima de los travertinos, destrozando por supuesto todo aún más.
A esto se sumaba la contaminación con todo tipo de sustancias y elementos a las aguas de lugar, desde jabón hasta combustibles; y que se transitaba sobre la zona sin ningún tipo de control tanto peatones con calzado como vehículos. Este combo nefasto terminó por casi destruir el lugar.
Cuando la UNESCO tomó participación en el asunto en vistas de declarar el lugar como Patrimonio de la Humanidad, fue que se sacaron todos los hoteles y se puso en marcha un plan de recuperación de las piscinas naturales. Se crearon varias piscinas artificiales que de a poco se fueron cubriendo con el manto blanco característico, y de hecho son las únicas en las cuales hoy podés bañarte.
Se eliminó por supuesto la rampa de acceso, y se prohibió no solo la entrada en vehículos sino el transitar sobre las formaciones con calzado.
Las demás áreas están valladas, aunque gente irresponsable hay en todos lados y vimos personas pasando el vallado y pisando los travertinos que están en recuperación. Pero también vimos muchos guardias custodiando esto, lo cual nos pareció genial.
Más adelante hablaremos del estado de conservación del lugar hoy por hoy, pero como producto de todo este trabajo, en 1988 la UNESCO lo terminó declarando finalmente Patrimonio de la Humanidad.
¿Dónde está ubicado?
Pamukkale está ubicado en el oeste de Turquía, en la provincia de Denizli. Está a 250 km aprox. de la costa, a 600 km de Estambul, 500 de Ankara y 615 de Goreme.
Justamente por su ubicación, muchos llegamos a cuestionarnos el ir o no ir, ya que está un poco alejado de los principales puntos de interés del país. Ir a Pamukkale implica que vas específicamente hasta ahí.
Escribimos un post sobre si vale la pena o no el viaje hasta allá, podés leerlo acá.
¿Cómo llegar?
Hay varias formas de llegar, y esto va a depender mucho de como armes el circuito.
En auto alquilado:
Se puede llegar en auto alquilado desde cualquier lugar, ya sea vengas desde Estambul, Goreme o la costa. Nosotros no hicimos estos trayectos en auto, pero manejamos luego en otras zonas y las rutas estaban muy bien.
Creo que si viajaramos de nuevo, no dudaríamos en hacerlo en auto. Eso si, son distancias relativamente largas, sobre todo si vamos desde Estambul o Goreme, asi que hay que calcular esto en el itinerario (un día para ir y otro para volver o llegar al siguiente punto).
En avión:
Si estás en Estambul lo ideal es ir en avión, hay vuelos diarios con varias frecuencias de las aerolíneas Turkish Airlines (Anadolu Jet), Pegasus y Sun Express. El vuelo dura 1 hora, y es muy económico.
Para buscar los vuelos, tenés que buscar el aeropuerto de Denizli, que es donde está el aeropuerto más cercano a Pamukkale. Luego ahí te tomás un mini bus que te lleva hasta Denizli, y ahí te cambian a un bus más pequeño que te lleva hasta Pamukkale. Es muy fácil, y los buses salen justo de la puerta del aeropuerto.
Nosotros llegamos a Pamukkale en avión desde Estambul, volamos desde el aeropuerto SAW por Turkish. El vuelo salió 16:20 y llegó 17:20, este horario nos venía ideal ya que llegábamos de Qatar a ese aeropuerto (volvíamos de Seychelles), y salía en poco rato este vuelo ya directo a Denizli. Hicimos Estambul al final del viaje.
El vuelo nos costó 26 usd solo ida, equipaje facturado incluido.
En bus:
Depende mucho de donde estés obviamente, pero se puede ir por ejemplo en bus nocturno desde Goreme o Estambul. Está bueno porque son 9-10 hs de viaje, y te ahorras el hospedaje, ¡pero lo de descansar te lo debo!
Es una buena opción para considerar más que nada si vas a ir o volver desde Goreme, ya que los vuelos entre Denizli y Goreme hacen escala en Estambul de algunas horas. Esto hace que en definitiva te termine tomando la misma cantidad de horas que en bus.
Los costos son económicos, nosotros reservamos a través de BusBud y nos costó 16 usd por persona, solo ida (Denizli- Goreme). En este artículo pueden ver todos los detalles y nuestra experiencia.
En tour:
Es la opción que menos recomendamos, pero la comentamos porque tal vez a algunos pueda interesarles. Tanto desde Estambul como desde Goreme ofrecen tours por el día a Pamukkale.
Lo que no nos gusta en esta opción es que es más el tiempo que pasás en traslados que lo que vas a estar en el propio lugar, y además coincidís con el horario en el que hay justamente más gente. También te perdés el atardecer, algo que al menos a nosotros nos pareció que super vale la pena.
¿Cuándo ir?
Muchos suelen ir durante el verano europeo, por un tema de clima y también de que son las vacaciones en Europa. Salvo que vayas a combinar tu viaje con playa (o sea, que vayas a visitar la costa), te recomendamos ir en temporada intermedia, esto es: primavera u otoño.
Esto básicamente para evitar las hordas de gente que visitan el lugar en temporada alta, que hace que tal vez no se disfrute el lugar como realmente es posible hacerlo en temporada media.
También se puede visitar en invierno, pero tal vez sea un poco sufrido el tema de ir descalzo y estarse mojando, por más que el agua esté calentita.
Nosotros fuimos a fines de noviembre, a riesgo de que ya estuviese un poco frío, y la verdad que el clima fue un golazo. Nos tocó no solo un sol impresionante, sino que si bien en la mañana y tarde estaba fresquito, durante el día hizo hasta calor.
Disfrutamos del lugar con muy poca gente, sobre todo a primera y última hora, y pudimos recorrer todo con mucha tranquilidad.
Que ver y que hacer.
Si bien lo más conocido o famoso son los travertinos y el castillo de algodón, la zona tiene mucho más por recorrer y visitar.
La Hierápolis, antigua ciudad romana, está llena de rincones interesantes que descubrir. Hierápolis quiere decir “ciudad sagrada”, y está llena de construcciones interesantes, entre ellas baños y fuentes para aprovechar las propiedades de las aguas termales, templos para adorar a sus deidades, palacios, avenidas y teatros.
Entre los lugares más bonitos destaca sin duda el imponente teatro, que está en un estado de conservación excelente y tiene unas vistas tremendas. Fue construido durante el reinado del emperador Adriano en el siglo II después de cristo en el centro de la ciudad, se calcula que tuvo capacidad para unos 10 mil espectadores.
Se puede subir y circular por las gradas, pero no se puede pisar la parte del teatro. También nos pareció muy bonita la calle de las columnas, y el Templo de Apolo.
Otro lugar que se puede visitar es la Piscina de Cleopatra, cuyo fondo está cubierto de restos de columnas y mármoles tallados sumergidos en el agua. Habíamos leído que era una “turistada”, que no tenía nada de interesante, pero una vez ahí la verdad que no pude resistirme porque se veía super linda y no había casi gente, ¡así que al agua pato!
Gastón se quedó en la zona del restaurante que está al lado, que tiene como un patio de comida con mesitas, y yo disfruté de un ratito de relax en estas aguas termales. ¿Cuántas veces en la vida uno puede bañarse en un lugar tan increíble?
Para entrar a la piscina se paga una entrada aparte (50 liras), y hay cambiadores, duchas, lockers y una zona para dejar tu toalla y chinelas antes de entrar.
Ver el atardecer en los travertinos, sin duda es el broche de oro para este día increíble. El atardecer es imponente, y tiñe todo de colores naranjas y rosados, que reflejan en el agua de las piscinas y crean un paisaje de postal. Además, a esa hora ya se fueron los tours grandes, por lo cual el lugar queda super tranquilo.
¿Cuánto cuesta la entrada?
La entrada cuesta 50 liras turcas, algo así como 8 USD, incluye acceso a Pamukkale y la Hierápolis. Se puede ver la piscina de Cleopatra desde afuera, pero para bañarse hay que pagar una entrada aparte de 50 liras. Este ticket se compra adentro, frente a la piscina.
El recinto tiene baños, duchas, lockers, restaurantes y puestos de comida, y lugares donde sentarse a descansar un rato. Les recomendamos llevar su comida si no quieren comprar ahí dentro, aunque no nos pareció que los precios fueran desorbitados.
¿Cuánto tiempo dedicarle?
Si bien se puede ir por el día, ya sea en tour o por cuenta propia, recomendamos dormir al menos una noche en Pamukkale para poder disfrutar de un día completo en el recinto. Ir a primera hora nos da la chance de disfrutar del lugar con muy poquita gente, y poder quedarnos hasta lo último, nos permitió disfrutar de un atardecer inolvidable.
Si cuentan con poco tiempo, pueden ir y volver en avión en el día desde Estambul. Creo que si fuésemos por el día y el interés fuese optimizar tiempos, lo haríamos de esta forma, ya que por tierra son muchas horas a nuestro criterio para ir y volver en el día.
Dentro del recinto no solo se puede ver Pamukkale y los travertinos, sino otros lugares de interés que valen también la pena, entonces contar con el día completo les va a permitir recorrer el lugar como de verdad merece.
¿Dónde dormir?
Sin duda en Pamukkale. Nosotros elegimos un hotel económico que estaba justo enfrente a la entrada sur, y realmente fue un éxito.
El nombre es Alida hotel, nos costó 32 dólares la noche, y la habitación estaba diez puntos. Tenia todo lo necesario para descansar: cama cómoda, estufa para prender por la noche y también aire acondicionado, baño privado, agua caliente con buena presión, tv, secador de pelo, buen wifi, y lo más importante, una atención excelente.
El dueño fue un genio desde que llegamos, nos dio mucha información útil y fue super amable. Además nos permitió hacer un super late Check out sin costo, para que pudiésemos bañarnos tranquilos y descansar antes de tomar nuestro bus nocturno a Goreme. Nos acompañó hasta la parada del ómnibus, nos indicó donde bajar en la terminal, y estuvo atento siempre a nuestras consultas. ¡De esos lugares que da gusto visitar!
Como si todo esto fuera poco, el desayuno estaba incluido y fue buenísimo. ¡Ahí probamos las Turkish delight por primera vez! También nos encantó que había café, té y chocolate a disposición para servirte sin costo en cualquier momento del día, y las instalaciones nos pareció que estaban muy bien.
Si van en verano, tenía una piscina bastante amplia que prometía. Cuando estuvimos nosotros estaba vacía ya que le estaban haciendo el mantenimiento, pero el lugar en sí y las áreas comunes se veían muy lindas.
La ubicación es un diez, ya que además de estar frente a Pamukkale (vas caminando en pocos minutos), está a pasos de restaurantes y barcitos donde salir a comer. ¡Muy recomendado!
Lo reservamos a través de Booking.com, tiene una puntuación de 9.1 y los comentarios son excelentes (y un 9.8 en ubicación).
Por lo general terminamos las guías de viaje con una serie de recomendaciones y tips, pero como acá son muchos, les dejamos un post especial con tips y recomendaciones para visitar Pamukkale.
Pueden leer todo lo que hemos escrito sobre Turquía en este link.
Esperamos les sirva la info, como ven, es un lugar espectacular, ¡que para nosotros al menos es visita obligada en un viaje a Turquía!
Pueden dejarnos sus dudas y comentarios debajo y como siempre, nos ayudan compartiendo este post en sus redes sociales para que llegue a más viajeros 😊
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