Que hacer en Río de Janeiro

Ya en el post previo les hablamos de las generalidades sobre ésta fantástica ciudad que es Río de Janeiro (si no lo leíste, acá te dejamos el link).

Si todavía te quedan dudas sobre ir o no ir a Río, o sobre que hacer una vez allá, acá te contamos cuales son para nosotros las actividades “imperdibles”!! Te aseguramos que vale la pena!!

En nuestro caso, teníamos presente de antemano qué cosas queríamos ver, y habíamos estado averiguando bastante al respecto para hacer que el tiempo nos rindiera al máximo. Acá vamos!!

 1- Cristo Redentor

Cómo podemos ir a Río y no visitar el emblema de ésta ciudad? Siendo una de las siete maravillas del mundo moderno, seguro es algo que todos enseguida visualizamos cuando nos dicen “Río de Janeiro”.

Tanto es así, que decidimos dedicar un post especial para esta maravilla del mundo, que como todas las demás, merece su lugar, no? Acá les dejamos el link al post 🙂

2- Cerro Pao de Azúcar

Como ya habíamos tenido una hermosa vista de la ciudad de día desde el Corcovado, decidimos que estaba bueno aprovechar y subir al Pan de Azúcar de noche, para tener una vista panorámica de la ciudad iluminada y aprovechando que el mismo está abierto para su ascenso hasta las 21 hs.

Tomamos el metro desde la estación Cantagalo, que estaba a menos de una cuadra de nuestro hotel. El boleto tiene un costo de 3.40 reales vayan al lugar que sea, es un costo único (boleto unificado). Bajamos en la parada de Botafogo y allí después de preguntar, ubicamos el bus que se dirige a Urca, el morro más pequeño al lado del Pan de Azúcar (al primero que se sube). El bus también cuesta 3.40. La parada de bus está cerca de la salida de metro, el sistema de transporte de Río intenta hacer un sistema integrado entre metro y buses, que haga los traslados más fluidos, lo que facilita el tema para el viajero.

Una vez bajamos del bus, es solo caminar hacia donde está el cerro, imposible perderse. En la entrada no había nadie, compramos la subida, 60 reales cada uno, y tomamos el teleférico…éramos nosotros dos y el operador. Dijimos…bueno, seremos solo nosotros allá arriba… Error!! Apenas llegamos, vimos la multitud esperando para bajar. La vista del atardecer desde allí es muy popular, lo que debe ser la fila de ingreso para llegar a esa hora!! Estábamos felices de haber decidido ir por la noche y sin presiones; recomendación, si Uds. son de los que desean ver el atardecer, vayan armados de tiempo y paciencia, debe ser muy frustrante hacer toda esa fila entrada en mano y llegar tarde a la cima!

La vista desde este primer cerro, es muy bonita. A lo lejos se puede ver el Cristo Redentor iluminado sobre el Corcovado, el puerto, muy hermoso.

Después de disfrutar un rato de estas vistas, subimos el segundo tramo, desde Urca hasta Pan de Azúcar. Que vista!! Desde acá sí que podrán apreciar Río por la noche en todo su esplendor. Ver toda la ciudad iluminada, recortada únicamente por los morros oscuros bien delimitados entre los millones de lucecitas, es imperdible. El Cristo custodiando la ciudad, la playa de Copacabana en sus fabulosos casi 6 km de esplendor, la noche estrellada, hermoso.

Estando allá arriba decidimos tomar una bebida caliente ya que estaba más fresquito y se sentía la diferencia, el vientito se hizo notar, más aún después de estar todo el día al sol. Hay una especie de parador donde venden bebidas y algunas cosas para comer.

A la vuelta tocó hacer un ratito de fila para bajar, pero nada en comparación a lo que era cuando llegamos.

Cada teleférico lleva 70 personas, y los viajes son muy cortitos entre un tramo y otro, aprox. 3 minutos. Por tramo hay dos teleféricos (en total son 4) que suben y bajan constantemente. Una preciosa experiencia, totalmente recomendable. Por más info, pueden ir al siguiente link: www.bondinho.com.br. Ahí pueden ver los horarios, precios y demás detalles.

Luego de bajar, decidimos volver en bus directo hacia Copacabana, y tomamos una línea que pasa a menos de dos cuadras del Cerro (llegamos preguntando). Si bien era ya entrada la noche (cerca de las 21:30), no nos sentimos en ningún momento inseguros respecto al transporte público en esta zona.

3- Playa de Copacabana

Con aproximadamente 6 km de extensión, y una buena porción de arena más una preciosa rambla con el famoso diseño, es algo que no nos podemos perder!! Más allá de la playa en sí misma, tiene un ambiente que está bueno disfrutar.

Durante el día, podrán ver mucha gente caminando por su amplia vereda o rambla, como le llamamos nosotros, haciendo deportes, paseando sus perros, o simplemente tomando sol y disfrutando de la playa en sí misma. Durante la noche también es súper disfrutable, hay un montón de pequeños paradores donde podrán comer alguna picada o simplemente tomar algo, con una preciosa vista de la playa. Muchos de éstos paradores están también abiertos durante el día.

A lo largo de toda la costa, en la vereda frente a la rambla, van a encontrar restaurantes donde almorzar y cenar un menú más completo, todo depende del presupuesto que quieran manejar.

Nosotros una de las noches fuimos a comer un baurú a uno de los puestitos de la playa mismo, y tomamos unas cervezas aprovechando el fabuloso clima de Río en Invierno…con razón siempre están felices!! Jaja

Al día siguiente, después de nuestra visita al Cristo Redentor y con mucho calor, decidimos aprovechar para ir a darnos un chapuzón y disfrutar un poco de la playa. Compramos de pasada en un pequeño puestito unos refuerzos (sándwiches) de pollo, y de jamón y queso para almorzar en la playa, junto con bebidas, y bajamos directo a la arena. Disfrutamos de una tarde de playa hermosa, Gastón durmió una linda siesta y yo me dediqué a disfrutar del agua, que me encanta, y tomar sooool!!

Ya más sobre las 16:30, 17:00, cuando bajaba el sol (en realidad a esa hora todavía no se oculta, pero por cómo está orientada la ciudad queda detrás de los morros y edificios), caipiriña de rigor en mano, caminamos un rato por la playa, y luego por la rambla de vuelta al hotel.

4- Playa de Ipanema

Otra playa famosa, que no se pueden perder!!

Decidimos esta vez hacer playa por la mañana para aprovechar un poco más el sol, y no nos equivocamos.

Luego de un buen y completito desayuno, salimos caminando rumbo a Ipanema, para conocer la famosa playa de la garota. Ahora entiendo porqué tanto revuelo alrededor de esta zona, realmente, es preciosa. Copacabana nos encantó, sin dudas, se presta mucho más para el deporte y la movida en todo sentido. Pero Ipanema tiene lo suyo! La playa particularmente nos gustó más, es más acogedora, si bien tiene menos arena había también menos gente, menos autos, menos edificios, lo cual la torna un tanto menos caótica…preciosa!! La vista de los morros al final de la playa, le da un aire de postal que no es para nada despreciable. Al otro extremo, se puede ver el famoso Arpoador, donde muchos van a presenciar los bellos atardeceres de Río.

Después de caminar un poco, y regatear en una de las “barracas” el alquiler de dos sillas y una sombrilla (nos ofrecían todo el día por 20, y la mañana por 15. Terminamos sacándola por 10. Y seguro si seguíamos se podía bajar un poco más inclusive. Regateen!!), ahí nos instalamos, a disfrutar. El agua es preciosa, bien de océano, y tiene un oleaje al que recomiendo respetar, lo digo por experiencia propia jaja.

No hay que no les vendan en la playa: artesanías, bikinis, pareos, azaí, helados, bebidas de todo tipo, bizcochos inflados de queso (los venden por todos lados), cocos, camarones en pinchos, pulseras, vinchas…realmente la oferta es variadísima. Pueden incluso pagar con tarjeta de crédito, la mayoría de los comerciantes tienen el artefacto para cobrar (según tenemos entendido fue una iniciativa para retirar de circulación el efectivo y así disminuir el tema de los robos, algo que era preocupación en la zona sobre todo relacionado al turismo).

Tomamos un par de caipiriñas que les compramos a los chicos de la barraca donde alquilamos las sillas, y disfrutamos ahí hasta pasado el mediodía.

Una de las noches decidimos caminar también por ésta playa, y cenamos en un restaurante cerca del fuerte de Copacabana, donde encontramos una promoción para dos personas muy buena, con bebidas incluidas (pizza grande para dos, con posibilidad de combinar dos tipos de pizza mitad y mitad, más dos cervezas, 29 reales).

5- Estadio Maracaná

Un imperdible, sobre todo para los Uruguayos!! Para nosotros conocer este estadio tiene un significado bastante especial, ya que forma parte de nuestra historia futbolística por el famoso “Maracanazo”, en el año 1950, donde Uruguay venció a Brasil en la final del mundial y marcó sin dudas la historia para ambos países.

Tomamos el metro en la estación Cantagalo, línea naranja. Es un poco confuso el tema del transbordo a la línea verde, que es la que los llevará hasta el estadio, tienen que bajar en la estación Central y allí encontrar el transbordo a la linea verde con destino Pavuna. Se bajan en la estación que lleva el nombre del estadio:

Después, no tienen como perderse, lo van a tener delante de sus ojos al salir con una rampa que los lleva directo a la entrada.

Es importantísimo remarcar que cierra a las 17 hs, por lo cual les recomendamos llegar antes de las 16 hs ya que el recorrido aun haciéndolo sin tour guiado les llevará aproximadamente ese tiempo. La entrada tiene un costo de 25 reales por persona. Tienen tres niveles para visitar, se empieza por el 5, luego el 3 y por último lo que sería la planta baja.

Desde el nivel 5 podrán ver el estadio desde lo más alto, incluso desde dentro se llega a ver el Cristo Redentor a lo lejos. Qué lugar!! Como uruguayos, fue increíble estar visitando este emblemático lugar a 65 años del famoso Maracanazo, tragedia para tantos brasileños, alegría para tantos uruguayos que aún hoy, varias generaciones después, seguimos rememorando como algo que marcó nuestra historia.

En el nivel 3 acceden a las butacas, pueden sentarse allí a tomar fotografías o contemplar un ratito el lugar donde se encuentran. Realmente es muy lindo, obviamente está todo refaccionado como motivo del pasado mundial, pero no deja de ser el lugar que es. La construcción es más “chata” en comparación con otros famosos estadios como puede ser el Camp Nou en Barcelona o el Santiago Bernabeu (Real Madrid) en Madrid, la Bombonera en Buenos Aires o el Estadio Centenario en Montevideo. Da la sensación de que un partido se debe de ver súper bien desde cualquier punto del estadio.

Por último, en la planta baja se accede al nivel de la cancha y al banco de suplentes, donde pueden sentarse y recorrer también. Se visita el salón de prensa, nada del otro mundo, y una pequeña sala de exposiciones donde se puede apreciar fotografías, maquetas y demás información de interés.

También se puede acceder a los vestuarios, donde hay camisetas de jugadores estrella del pasado mundial 2014, de varios países.

En cuanto a si realizar o no un tour guiado, depende del gusto de cada uno. Nosotros no lo consideramos necesario ya que conocemos la historia del lugar, además el hacerlo con un tour guiado implica que los tiempos no los maneja uno mismo y no nos pareció que valiera la pena, no por un tema de costo sino más bien de tiempos ya que la diferencia no es mucha. Por otro lado, un aspecto a considerar es que son en portugués o inglés. Los tours guiados salen cada una hora aprox. (en inglés tienen una frecuencia menor, aprox. 3 por día).

6- Santa Teresa y Centro- Escalera de Selarón

Luego de visitar el estadio, y previendo que no se nos hiciera de noche ya que estábamos un poco lejos del hotel, siendo las 17 y algo salimos rumbo a la estación de metro.

Hicimos el mismo camino hacia atrás, y bajamos en la zona de Santa Teresa y el Centro, con la intención de visitar la famosa Escalera de Selarón, el barrio de Santa Teresa con su conocido Acueducto y la Catedral de San Sebastián.

Llegamos a la estación de Cinelandia, donde bajamos y comenzamos a caminar. Ya a simple vista se puede ver que no es la mejor zona para un turista por la noche, pero con cautela y sin ostentar nada, se puede recorrer sin problemas.

Fuimos rumbo al acueducto y la catedral de San Sebastian, que por las noches están iluminados y se ven muy bonitos. Si van por la noche no hagan ostentación de cámaras fotográficas caras ni muy grandes, siempre es mejor ser cuidadosos con este tipo de cosas. Nosotros no andábamos con nada de valor encima, y las fotos las tomamos con el celular, hoy en día es posible tomar buenas fotos con cualquier Smartphone así que no vale la pena arriesgar.

De allí caminamos rumbo a la colorida Escalera de Selarón, realmente vale la pena visitarla, es una verdadera obra de arte.

Luego de caminar un rato, nos volvimos en un bus, que resultó no pasar por Copacabana cerca de nuestro hotel por lo cual bajamos apenas pasó cerca del comienzo de Copacabana, luego se desviaba. Desde allí, estando ya en zona conocida, volvimos caminando por la rambla hasta el otro extremo, donde estaba nuestro hotel. En el camino paramos a comer un choclo al mejor estilo Brasil, con sal y manteca servido en su propia chala; y un par de churros rellenos con dulce de leche. Tanta caminata da hambre!! Y si hay algo que sabemos valorar nosotros, es la comida!! Jaja

Sin dudas, vale la pena conocer esta ciudad, que, entre caipiriñas y playa, siempre tiene mucho que ofrecer!!! Esperamos haberte convencido!!

Tenés comentarios? Dudas? Escibinos!!

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