Marina Bay Sands Hotel Singapur. Review.

Seguramente hayas visto fotos y videos de este espectacular hotel y su impresionante piscina infinita en el último piso. Y si estás planificando tu viaje al Sudeste asiático, estés viendo la chance de hospedarte en él. Hoy te contamos nuestra experiencia en el Marina Bay Sands Hotel de Singapur. 

¿Por qué lo elegimos?

Este es uno de esos casos en los cuales el hotel es una experiencia en si misma. Si bien su ubicación y otros detalles relevantes a la hora de elegir un hospedaje son buenos, la realidad es que lo elegimos por la experiencia de hospedarnos en este hotel en particular. 

El Marina Bay Sands no solo es un hotel impresionante, sino que es un símbolo de Singapur y una maravilla de la arquitectura. Sus tres torres unidas por una gigante plataforma voladiza, forman parte del paisaje mas reconocido de este país. Además, su impactante piscina infinita ubicada en el piso 57 le agrega un condimento sin dudas único. 

El hotel cuenta con mas de 2500 habitaciones, que pueden ser con vistas a la bahía o a la ciudad. Se trata de un hotel 5 estrellas y tiene por supuesto con todos los servicios de un hotel de esta categoría. 

La reserva:

Apenas empezamos a mirar fechas, los precios que vimos eran bastante altos. Averiguamos si se podía acceder aunque fuera a la piscina con algún tipo de pase como sucede en muchos otros hoteles, pero no es posible. Hay una entrada que te permite acceder al mirador del ultimo piso, pero no a la piscina. 

Por suerte después de buscar bastante encontramos fechas mas convenientes en cuanto a precios, y finalmente nos decidimos a reservarlo. Después de todo, ¿cuántas veces en la vida uno tiene la oportunidad de hospedarse en un hotel tan impresionante como este? Sin dudas, hospedarse en el hotel Marina Bay Sands es una de esas experiencias inolvidables que vale la pena si uno puede permitírselo. 

Los precios van desde los 450usd (habitación doble) en adelante, dependiendo de la temporada y el tipo de habitación. Como norma general, las habitaciones de los pisos mas altos son las mas costosas. Al momento de hacer la reserva, en el detalle de la habitación te indica entre que pisos está ubicada. 

Así que finalmente nos decidimos. Como aun no teníamos reservado ni cerradas las fechas de nuestro itinerario en la zona, pudimos adaptarnos para estar ahí en esa fecha sin que nos resultara un problema en la planificación.

Cambiamos un poquito el orden del itinerario base, y reservamos nuestra noche en uno de los mejores hoteles del mundo. Lo que es aún mejor, la fecha coincidió con el cumpleaños de Gastón, por lo cual el Sr. pasó su cumpleaños en un lugar inolvidable!

Instalaciones y servicios del hotel:

El Marina Bay Sands, como mencionamos antes, es un hotel inmenso, con mas de 2500 habitaciones. Además, tiene fitness center, parking privado, restaurantes, bar, casino, servicio de conserjería, recepción 24 hs, servicio de habitaciones y servicio de cambio de divisa. 

Desde el metro llegas directo al complejo sin tener que salir, y tenes un montón de opciones de comercios y tiendas en el centro comercial del hotel. 

Puntuación y calificaciones en Booking:

Este hotel tiene una calificación en Booking de 9.1, una puntuación excelente que es difícil de obtener, por lo cual nos parece un detalle no menor a tener en cuenta. Ademas, tiene casi 10 mil comentarios de otros viajeros, la enorme mayoría positivos. 

La experiencia:

Llegamos a Singapur poco antes de mediodía, y el check in del hotel es cerca de las 15hs. Después de recorrer un poco el fantástico aeropuerto de Changi, considerado uno de los mejores del mundo, nos dispusimos a tomar el metro rumbo al Marina Bay Sands, ¡no queríamos perdernos ni un minuto de nuestra estadía! Luego de una conexión de metro, nos bajamos dentro del complejo mismo de Marina Bay.

Singapur es fantásticamente limpio y ordenado. Es muy fácil moverse, todo está en inglés y sumamente bien señalizado, por lo cual no supuso ningún problema encontrar la escalera de acceso al lobby del hotel. 

Ahí estábamos, los dos muertos de sueño porque veníamos de una noche casi sin dormir por haber empezado el cumple de Gastón en una fiesta en Bali. Pero con mucha energía y emoción de finalmente estar ahí. Los dos con las mochilas al hombro en pleno lobby de un hotel de lujo jaja porque bueno, ¡así somos nosotros! 

En recepción nos atendieron de maravillas, e incluso nos dieron un late check out sin costo… ¡ya empezamos bien! Nos ofrecieron llevarnos “las maletas”, pero preferimos cargarlas nosotros mismos. La habitación que nos dieron fue inmejorable: Piso 47 de la torre 2, con una espectacular vista al Gardens at the Bay y al puerto.

 

Para empezar, hasta este momento ¡nunca habíamos dormido en un piso tan alto! Por otra parte, la habitación en sí, era de lujo. La cama gigante, con sábanas ultra suaves y esas almohadas que hacen que uno quiera seguir durmiendo, alfombra acolchonada, escritorio, diván para descansar, tv plana enorme, frigo bar completo, cafetera, pantuflas, batas, y un baño enorme. Bañera con hidromasaje, ducha aparte, doble lavatorio, zona de W.C. también aparte.

Además, en la habitación te dejan todos los amenities que puedas necesitar, desde lo básico como shampoo y acondicionador, hasta costurero, kit de manicura, kit para quitar maquillaje, botellitas de agua de cortesía, etc. Todo en la habitación es automático, la iluminación, cortinas, todos los detalles. En fin, ¡de lujo!

Nuestra habitación incluso tenía una terraza o balcón super linda con flores, desde el cual se podía disfrutar de la magnífica vista que nos tocó hacia Gardens At The Bay.

Después de recorrer la habitación y ver todas las novedades, obviamente salimos disparados rumbo la Infinity Pool 🙂 Nos cambiamos y subimos directo al piso 57, donde está ubicada esta maravilla. Para subir en los ascensores del hotel tenés que hacerlo con la tarjeta de tu habitación, y una vez arriba hay personal que controla que efectivamente seas huésped antes de ingresar a la zona de la piscina. Luego del control, ahí estábamos. ¡No lo podíamos creer! Las vistas ya desde que vas llegando, son impactantes.

Buscamos unas reposeras libres, donde dejamos nuestras cosas, y nos fuimos directo al agua. Fue una sensación increíble poder estar ahí disfrutando de ese lugar tan surrealista. Realmente un privilegio. Hicimos las mil millones de fotos de rigor, jugamos en el agua como niños chicos y disfrutamos de esas vistas espectaculares.

Como no habíamos comido nada aún, decidimos pedir algo ahí en la piscina aunque probablemente nos fuese a costar muy caro, pero una vez estando allí no queríamos perdernos un minuto de nuestra estadía. Resultó que no era taaan caro como esperábamos, nos pedimos una bandeja bastante considerable de papas fritas como para picar algo sencillo, y dos refrescos (también vasos muy grandes), y gastamos entre todo poco más de 25 dólares.

Al ser huésped, tenés incluida obviamente la visita al observatorio, que es al lugar que puedes acceder pagando un ticket si no te estás hospedando en el hotel. Realmente el lugar es muy lindo y la vista es impresionante, pero estar allí al lado de la piscina más famosa del mundo y no poder entrar, no debe ser la mejor sensación. En ese momento me alegré muchísimo de haber buscando tanto y habernos decidido a quedarnos en este hotel. 

Después de disfrutar un rato del observatorio y ver distintas partes de la ciudad desde allí arriba, decidimos bajar a nuestra habitación para descansar un poco y salir a cenar. Cenamos en un restaurante dentro del centro comercial de Marina, no recuerdo bien el plato principal, pero si las buenas porciones de torta y brownie que comimos… ¡no puede haber cumple sin torta!

Desde el lugar donde cenamos podía observarse la “caída de agua” que hay dentro del centro comercial, a una especie de fuente que más que fuente es como un pequeño lago con canales donde circulan barquitos tipo góndolas, donde uno puede hacer un paseo. Muy lindo. El centro comercial es pintoresco de ver, dentro se pueden encontrar las marcas mas lujosas y exclusivas.

Volvimos al hotel, y nos cambiamos para ir a disfrutar un rato de la piscina por la noche. Queríamos verla con la ciudad toda iluminada de fondo, realmente una belleza. El paisaje cambia totalmente, y la piscina esta mucho más tranquila que durante el día. Nos fuimos cuando nos echaron porque estaban cerrando jaja serían como las 23hs aprox. 

Volvimos de nuestro chapuzón agotados, prontos para zambullirnos en esa cama fantástica y descansar cual reyes…pero no sin antes disfrutar de la espectacular vista que teníamos desde nuestro balcón! 🙂

Ahora si, a descansar… ¡todavía nos quedaba toda una mañana por disfrutar del Marina Bay Sands!

Al día siguiente, si bien nos costó un poco levantarnos (un poco por el cansancio de venir durmiendo poco, y otro poco por ese colchón y sábanas suaves que nos abrazaban), decidimos ponernos en pie y salir a disfrutar tranquilos.

Compramos el desayuno en un salvador Seven Eleven que hay dentro del centro comercial, ya que el hotel no incluye desayuno, y nos fuimos a disfrutar de la piscina. Al ser temprano, había mucha menos gente, lo cual la hizo incluso más bella aún, cosa que no creímos posible el día anterior. El sol le daba del otro lado, por lo cual pudimos tomar fotos totalmente distintas. Encontramos reposeras más sobre la primera línea, y ahí nos quedamos a disfrutar del solcito y la vista espectacular.

Decidimos volver a almorzar ahí, y nos pedimos algo para picar con unos batidos de frutas. No queríamos perder ni un minuto. Nos fuimos de la piscina casi a mediodía, así que corrimos a bañarnos y guardar todo porque ya era la hora del check out. 

Hicimos el late check out un poquito más late aún, pero no hubo problema, ya que había mucha gente esperando en el lobby por lo cual pasamos un poco desapercibidos jaja

Después de hacer los trámites de estilo, dejamos nuestro equipaje en la conserjería del hotel, donde nos las guardaron con mucha seguridad (ya que te entregaban un ticket que retirabas presentando tu documento), mientras nosotros salimos a disfrutar de la magnífica ciudad.

Opinión final:

Toda la experiencia fue un diez. La habitación fue super cómoda, enorme y con todo lo necesario para descansar y disfrutar de una estadía excepcional. La cama merece especial mención, ¡demasiado cómoda! De hecho es uno de los comentarios que mas se repite en las evaluaciones de otros viajeros en Booking.com. 

La espectacular bañera también merece mención especial, ideal para relajarte y disfrutar de un excelente descanso. Obviamente que la estrella es la piscina infinita, sin ninguna duda. Habiendo estado ahí podemos entender perfectamente porque no ofrecen pases a la piscina sin ser huésped. El hotel es enorme, y ya de por si hay momentos del día en los cuales la piscina está super llena, por lo cual no estaría bueno para quienes se hospedan en el hotel sumarle aun más gente. Es una decisión que nos parece bastante acertada.

A nosotros nos encantó, fue un sueño haber podido hospedarnos ahí. ¡Es de esos gustos que vale la pena darse!. Si tenés la oportunidad, no lo dudes.

Como siempre, ¡ya sabes! Podes dejarnos tus dudas, opiniones y comentarios debajo. Nos ayudas compartiendo este artículo para que llegue a más viajeros 🙂

 

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