¿Es seguro viajar a Egipto?

Seguramente más de uno sueña con conocer este increíble país y su imponente historia… ¿Quién no se ha imaginado cómo sería ver en vivo y en directo las famosas Pirámides de Giza? ¿O ver con sus propios ojos el Río Nilo?

Pero seguramente también, muchos estemos al tanto de la situación en Egipto desde hace ya varios años, y de los recientes eventos en la región. Entonces empieza el dilema… ¿ir o no ir? Nos agobian las preguntas, las dudas, los miedos… y ¡es difícil que alguien nos dé una respuesta y nos diga que tenemos que hacer!

Decidimos escribir este post para contar nuestra experiencia y nuestras percepciones, y darte nuestro punto de vista que tal vez pueda ayudarte en tu decisión. Como dije, es NUESTRA EXPERIENCIA, nuestra perspectiva y como lo vivimos nosotros. No podemos recomendarte o decirte que vayas o que no lo hagas, sino contarte qué decidimos nosotros, por qué, y como fue nuestra estadía una vez allá.

La previa.

Durante la planificación de este viaje a Medio Oriente, Egipto y particularmente El Cairo, siempre fue el destino fijo que era inamovible y marcaba todo lo demás. Era lo único que no estábamos dispuestos a dejar fuera: queríamos conocer esa loca ciudad, sus imponentes pirámides, visitar el museo Egipcio, caminar a orillas del Nilo, regatear en el mercado Al Khalili…ya solo decirlo me emociona y me trae un montón de lindos recuerdos. Cuando empezamos a investigar, ya sabíamos que teníamos que informarnos bien acerca de qué es seguro hacer y qué no, para por lo menos tener las precauciones básicas, no solo en Egipto sino en toda la región.

En un principio, la idea base era hacer más lugares de Egipto, ir hacia el sur y sumar también algún destino costero como para hacer alguna playa. Incluso considerábamos llegar desde Jordania por tierra, cruzando en ferry el Mar Rojo. Y si, si bien la situación ya estaba un tanto conmocionada en la región desde el golpe de estado ocurrido en el 2013, fue justo durante nuestra planificación (mediados de 2015) que se dieron una serie de sucesos de relevancia a nivel internacional, que hicieron que muchos países recomendaran a sus ciudadanos no viajar a Egipto.

Luego de evaluar muchas opciones, decidimos viajar igualmente, y concentrarnos solo en El Cairo y alrededores que había sido la opción inicial.

Teniendo ya los pasajes comprados, a menos de un mes de emprender nuestro viaje, sucedió el trágico asesinato de turistas mexicanos y egipcios durante un paseo a un famoso oasis a las afueras del Cairo (en la región de Al-Wahat- Al- Bahariya).

Según se reportó, y pese a que mientras escribo esto aún hay varias versiones de los hechos y dejó de hablarse del tema (pasan tantas tragedias últimamente, que por desgracia siempre van surgiendo otras en las noticias sobre las cuales hablar), en esta zona se ha restringido mucho los itinerarios justamente teniendo en consideración que uno de los bastiones de los grupos Yihadistas es el desierto del oeste egipcio, gran puerta de entrada a Libia, teniendo su principal base en la península del Sinaí. El ataque se produjo por parte de militares egipcios, que confundieron a los turistas con Yihadistas, ya que al parecer se encontraban fuera de la zona permitida.

Esto llevó a una conmoción a nivel mundial que hizo que muchos países recomendaran a sus ciudadanos no viajar, como comentamos anteriormente. España por ejemplo, fue uno de los casos… fue muchísima la gente que canceló sus viajes.

No tardamos en empezar a agobiarnos con las preguntas: ¿Qué hacemos? ¿Viajamos igual o cambiamos rumbo? Otra vez, a investigar y asesorarse. Hablamos con la embajada de Egipto en nuestro país (Uruguay), además de obviamente tratar de contactarnos con viajeros que estuviesen en ese momento en Egipto y pudieran darnos su percepción de primera mano acerca de lo que se vivía allá.

Finalmente, una vez más decidimos viajar, reafirmando a la vez nuestra idea de no aventurarnos a salir del Cairo por tierra a conocer oasis y demás, y descartar también la idea de llegar desde Jordania por tierra como habíamos evaluado en primera instancia.

El viaje.

Así que allá partimos, rumbo a la conmocionada región. Nuestro primer destino en la zona fue Jordania, un país que, pese a su ubicación en medio de varios conflictos, es sumamente tranquilo y seguro. De ahí, volamos rumbo a El Cairo.

Durante nuestra estadía en la ciudad notamos enseguida el poco turismo que había, para un lugar de ésta índole. Según hablamos con muchas personas locales, la situación de inseguridad en la región y lo que se difunde en los medios de prensa ha hecho que se genere temor y por tanto, muchos decidieran cancelar sus viajes a Egipto.

En casi todos los lugares de ésta magnitud, uno ve gente y más gente por todos lados…las pirámides estaban tranquilas. Habíamos visto muchísimas fotos en donde se ve el recinto atestado de personas, como suele suceder con lugares tan turísticos… pero llegamos y se veía totalmente diferente.

Mucho turista local, viajero de medio oriente o asiático, tal vez algún latinoamericano; pero poco (por no decir ninguno) europeo y norteamericano, que son quienes generalmente copan estas regiones escapando de climas fríos en esa época. Y seamos sinceros, quienes dejan mayores ingresos ya que son quienes vienen con monedas más fuertes y consumen más tours, compran más regalos, pagan mejores hoteles, dejan propinas más altas, etc.

Nuestra experiencia fue que no nos sentimos inseguros en ningún momento. Más allá de ver y notar esa merma en la cantidad de viajeros que comenté recién, y de notar en consecuencia el asedio de los locales en busca de venderte algo ya que obviamente esta situación afectó muchísimo a quienes viven del turismo, no vimos ni vivimos ninguna situación particularmente destacable. La vida transcurría normalmente en las calles, no vimos presencia militar más allá de algunos lugares específicos, y pudimos recorrer todo con “calma”, si es que eso existe en el Cairo jeje.

Fuimos hasta la pirámide de Sakkara, también a Giza donde visitamos las pirámides de Keops, Kefren y Micerino, y recorrimos la zona en camello. Hicimos las mil y una fotos de estilo, ¡no podíamos parar de sacar fotos!

Vimos el conocido show de luces que se hace por la noche en Giza, y despertamos con las pirámides frente a nuestros ojos (¡si! nos quedamos en un hotel bien en frente a las pirámides y súper económico, realmente fabuloso). Vimos uno de los mejores atardeceres de nuestras vidas, con el sol poniéndose detrás de las pirámides.

Caminamos como lo habíamos imaginado, a orillas del Nilo, fumamos Shisha y nos morimos de calor dentro del museo egipcio mientras apreciamos la magnífica historia mezclada con tierra que se respira ahí adentro. Vimos el sarcófago de Tutankamon, su trono y su máscara funeraria; vimos un montón de momias y de elementos con una historia increíble. Cruzamos cientos de calles y sobrevivimos para contarlo, recorrimos el mercado Al Khalili y su famoso café Fishawi o café de los espejos. Regateamos, cedimos, compramos algún recuerdito y regalitos.

Visitamos la zona vieja, caminamos, caminamos y caminamos! Nos estancamos horas en su tráfico loco y caótico. Cenamos a orillas del Nilo y hasta festejamos un gol de nuestro Luis Suárez en un partido del Barcelona, que estaban pasando en la tv…es decir, hicimos una vida totalmente normal como lo hubiéramos hecho en cualquier otro lugar.

Hablamos con gente local que nos contaba sí que se nota muchísimo la merma en la cantidad de visitantes que reciben. Y los entristece muchísimo, ellos aman su país y son un poco rehenes de ésta situación.

La vuelta.

Días después de retornar a Uruguay, nos levantamos con la noticia de que un avión que salía del balneario Sharm el Sheikh en la península del sinaí, rumbo a Rusia, había caído, seguramente producto de un atentado. Nosotros sobrevolamos esa zona en varias oportunidades, incluso nuestro último vuelo rumbo a Praga pasó por encima de toda la región.

Muchas personas nos dijeron que estábamos locos por haber ido, al escuchar este tipo de noticias.

Pero no creemos que esto sea tan así. Sí, estamos un poco locos jaja pero no por esto!! Como todos sabrán, este tipo de atentados pasaron también hace muy poco en Europa, e incluso en varios lugares de EEUU. Quienes vivimos en Sudamérica sabemos también de primera mano la violencia que se vive en las calles en ésta región. La situación de violencia es global. Es triste, pero es así. En nuestra planificación de viaje al Sudeste Asiático, ocurrió el último golpe de estado en Tailandia…cayeron no uno sino dos aviones de los cuales nunca se supo más nada… y murió un montón de gente en una avalancha de personas durante los festejos de fin de año en el famoso Bund, en Shanghái, uno de los lugares donde habíamos considerado pasar esas fiestas…

Nuestra postura es que hay que ser cautos, estar siempre informados, y moverse en base a eso. Estar actualizados, escuchar las recomendaciones y sobre todo los consejos de los locales. Pero nunca, dejar que el temor nos inmovilice… y esto rige para todos los ámbitos de la vida. Si es por eso, ¡¡no salimos de nuestras casas!!

Es el mundo que nos toca vivir, la época histórica en la que nos toca desenvolvernos… y hay que hacerle frente a esto. No solo adaptándonos, más bien diría no adaptándonos, sino haciendo todo a nuestro alcance para que esto, cambie. Somos todos nosotros quienes podemos cambiarlo. ¿Quién más sino?

Esto va más allá de posiciones e ideologías políticas, ya que no estamos haciendo defensa de ninguna…consideramos que un poco se “demoniza” a medio oriente y se hace una generalización que desde nuestro punto de vista no es justa. De hecho las personas que conocimos tanto en Egipto como en Jordania fueron de lo más amables y simpáticas, nada que ver a lo que uno puede imaginarse. Salvando las distancias, ya que en Egipto nos pareció mucho más avasallante, es como que los vendedores son más invasivos y respetan menos tu espacio personal. Lo mismo el trato de los hombres respecto a mujeres extranjeras, en Jordania nos pareció un poco más respetuoso y tranquilo que en El Cairo.

Lo que sucede es horrible, sí. Es triste, también. Y mucho. ¿Quién tiene la culpa? No lo sabemos. Es como ponerse a debatir que fue primero, si el huevo o la gallina. Pero no estamos dispuestos a dejar de vivir la vida por el miedo. Somos cautos, tratamos de estar siempre informados sobre las situaciones y seguir las recomendaciones básicas. Pero no, no vamos a dejar de viajar. Viajar es justamente, la única forma de romper prejuicios y barreras.

 Conocer Egipto fue una de las experiencias que nunca vamos a olvidar, y sin dudas planeamos volver algún día para poder conocer mucho más de este país. Agradecemos habernos animado y haber hecho este viaje, ¡¡es algo de lo que nunca nos vamos a arrepentir!!

Así que… ¿viajar o no viajar hoy a Egipto? Nosotros, ya tenemos nuestra respuesta, ¡esperamos haberte ayudado en la búsqueda de la tuya!

Cualquier duda, comentario o aporte, ¡no dudes en escribirnos debajo! Nos encantaría saber tu experiencia.

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