Le Meridien Bora Bora. Hotel Review

Sin duda, si nos preguntan cuál fue el hotel más impresionante y lujoso que nos quedamos, no dudamos en responder que fue este: Le Meridien Bora Bora. Viajar a uno de los destinos más exóticos del mundo no es cosa de todos los días, y si encima le sumás hospedarte en uno de los mejores hoteles 5 estrellas de la isla, en una casita sobre el agua, se darán cuenta de que es una experiencia de esas que vale la pena vivir al menos, una vez en la vida.

No somos de hospedarnos en hoteles 5 estrellas o de categoría en nuestros viajes, pero si priorizamos darnos el lujo cuando el hotel es una experiencia en sí misma, como en este caso 🙂

Hoy les vamos a contar como fue nuestra experiencia en este espectacular hotel, y les vamos a mostrar todo con lujo de detalles.

¿Por qué lo elegimos?

Primero lo primero: ¿Por qué elegimos este hotel y no otro? La verdad sea dicha, queríamos hacer realidad este sueño y, como contamos en otro post anterior, teníamos una idea muy específica de lo que estábamos buscando y las vistas que queríamos tener. Para nosotros esa era la postal de Bora Bora. Así que cuando investigamos, nos dimos cuenta de que este hotel cumplía todos los requisitos.

Por otro lado, un diferencial esencial fue el tema del piso de cristal en la habitación sobre el agua. Otros hoteles tenían alguna zona del piso con cristal, pero era mucho más pequeño. O también había casos donde la mesita ratona de la zona de “living” era con tapa de vidrio. Pero acá, una porción enorme del suelo es de cristal, y aquello es un espectáculo total.

La ubicación es excelente, tiene las mejores vistas del Mt Otemanu para nosotros, y la laguna es una belleza. Además, tiene una reserva de tortugas marinas que se puede visitar durante la estancia, algo que nos pareció un proyecto muy interesante.

En cuanto a los costos, el más caro de todos era el Four Seasons, y luego realmente debemos decir que había opciones más económicas que Le Meridien (de hecho bastante más económicas), pero se nos había puesto en la cabeza que queríamos ir a este hotel… ¡y ya saben cómo somos nosotros cuando algo se nos pone en la cabeza!

Así que finalmente, decidimos darnos el gusto y tirar la casa por la ventana, así allá fuimos.

La Reserva.

Reservamos a través de Hoteles.com, ya el precio era significativamente más barato que por Booking. Les recomendamos chequearlo en ambas, y siempre probar distintas posibilidades de fechas ya que los precios varían mucho.

Además de variar de un día a otro, también varían mucho en base a las temporadas, así que en temporada alta lógicamente costará más caro.

¿Cómo llegar?

Este es un aspecto a tener en cuenta, ya que para llegar hay que hacerlo en barco. El hotel es quien ofrece el servicio de traslado para llegar a la isla desde la isla principal (desde Vaitape), por un costo extra. Luego el costo es menor para el traslado al aeropuerto (ya que se comparte entre varias personas). Averigüen bien los costos si su intención es ir desde y hacia el aeropuerto.

En nuestro caso el traslado demoró un rato y, si bien faltaba para el horario del Check in, reconozco que con los precios que estábamos pagando estábamos con la ansiedad a flor de piel. Si bien llegué con la intención de decirlo, al ver ese paisaje y con el recibimiento que nos dieron se nos olvidó todo jajajaj

Pero cuando nos preguntaron cómo había estado el viaje de ida hasta allí fue la oportunidad perfecta: mencionamos que el viaje genial, no así la espera. Simplemente con esa mención, bastó para que nos llegara una botella de champagne de cortesía con una tarjeta de disculpas a nuestro Overwater Bungalow. Si vas a ser VIP, que sea con todo, ¿verdad?

Recibimiento.

Si señoras y señores, esto es VIP con todas las letras. Cuando llegamos nos esperaba nuestro propio conserje del hotel, en el muelle, quien nos puso nuestro collar de flores, y nos llevó a donde haríamos el Check in. Allí nos sirvieron jugos naturales frescos, la clásica toalla húmeda, y nos regalaron mas flores.

¿Y por qué digo “nuestro propio conserje”? ¡Porque después se iba contigo! No jaja Porque era tu referente en el hotel, quien se encargaba de todo, y quien nos asesoró y nos brindó toda la información desde que llegamos hasta durante nuestra estadía y Check out. Además, estaba aprendiendo español así que intentó explicarnos todo en español, algo que nos pareció bueno y además nos gustó. Es lindo que en otro lugar se preocupen por hablarte en tu idioma, y no en inglés solamente.

Luego de hacer el Check in, nos hizo un tour por el hotel. Nos moríamos de ganas de llegar a la habitación jaja pero la verdad que fue muy amable, nos fue mostrando cada zona del hotel, los horarios de todo y los servicios que estarían incluidos en la estadía (todo menos comidas y bebidas básicamente).

Finalmente llegó la hora de ir a nuestro Bungalow. Así que nos vino a buscar nuestro carrito de golf con chofer, obvio! Había que vernos, cuando llegamos, nuestras mochilas llenas de tierra y latas de cerveza dentro, estaban ya cómodamente ubicadas en ese bungalow. Nos reíamos por dentro jaja

Una vez terminó de explicarnos todo y mostrarnos la habitación, cuando se cerró esa puerta, juro que contuve mi grito de emoción. Aquello era una locura total, ¡la habitación más linda que había visto! No sabíamos que hacer primero, si saltar al agua desde el balcón, darnos un baño en la bañera con vistas, disfrutar de las reposeras y las vistas desde el balcón, saltar a esa enorme y mullida cama, mirar por el gigante piso de cristal, o salir a pasear por esa espectacular playa que ya habíamos visto de camino… ¡Queríamos hacer todo!

Mientras veíamos la habitación, un par de mantarrayas pasaron por debajo, y la emoción seguía in crescendo. Ya ahí lo supimos, valía la pena.

Bungalow sobre el agua: Overwater Bungalow.

El Bungalow sobre el agua es un espectáculo. La habitación es justamente eso, un bungalow bastante amplio, todo en madera lustrada y techo de quincho bien el estilo que uno espera de Bora bora.

La cama es enorme, suave, mullida y perfecta. Tiene vestidor, caja de seguridad, tabla y mesa de planchar, y otras cosas que como no somos ni tan VIP, no usamos jaja

El Dossier es enorme, con mucha luz natural y una vista para sacarle el hipo hasta al más calmado. Imaginen lo que era mi emoción al ir viendo todo, gritaba, saltaba, ¡aquello era la locura más grande de todos nuestros viajes!

En medio hay un enorme piso de cristal por el cual se ve el agua transparente y todos los pececitos pasar por debajo. Por la noche incluso se puede prender unas luces tenues que hay debajo de la casita, y así seguir admirando ese espectáculo tan especial.

Lógicamente, la habitación tiene Aire acondicionado y televisión por cable, aunque dudo que algún ser humano quiera ver mucha tv en un lugar tan espectacular (bueno, ¡salvo una pequeña dosis de fútbol uno que yo conozco! Jaja). En medio hay una zona de estar con sillones y una amplia mesita ratona.

La zona del baño no podía ser menos. Doble bacha, batas y sus correspondientes pantuflas, bañera con vistas al mar, una ducha también muy muy buena y el menos glamoroso pero necesario amigo WC al fondo y separado (onda, haciendo como que no existiera, que se vea el WC no es Vip!).

Y obviooo, hay jabones y todos los tarritos que a todos nosotros nos gusta llevarnos de los hoteles 😉

Tiene frigobar, copas, vasos y hielera a disposición, y se puede hacer obviamente pedidos desde la habitación. También ofrecen servicios de lavandería, y les dejan paraguas por si llueve.

Una de las mejores partes y que lo hace tan distinto a todo, es que cada Bungalow tiene su propia escalera al paraíso. Si, ¡bajas de tu habitación directo al mar! Como si eso fuera poco, hay reposeras para descansar y tomar sol en la comodidad de tu casita, así como también hay una ducha para que puedas enjuagarte el agua saldada y arena antes de subir. ¿Qué tal?

Realmente y no sé si queda claro, vale la pena, y mucho. Lógicamente no es un lugar para ir todos los días salvo que tengas bastante dinero o no te importe reventártelo todo en unas vacaciones a todo vapor, pero para darse un lujo, es un espectáculo. Un sueño hecho realidad.

Al llegar la noche hasta me daba lástima dormir, me quedé un rato mirando por ese piso de cristal los enormes peces que pasaban por debajo, mientras Gastón aprovechó y miró un poquito de fútbol jaja ¡Cada uno con lo suyo! ¿Quién mira un partidito en su habitación sobre el mar? 😉

Bungalow en la playa: Beach Bungalow.

Luego nos cambiamos y probamos también dormir en un Bungalow en la playa. Era un poco más económico en precio (bah, menos caro, no más económico), pero nos permitía estirar la visita, seguir con unas comodidades impresionantes, y disfrutar de todo lo bueno del hotel y las zonas comunes.

La habitación es exactamente igual, con la misma distribución y todo. Las dos diferencias fundamentales son el piso de cristal y obviamente, el balcón con acceso directo al mar. Pero en compensación, tenés salida directa a la playa y una vista impactante al Mt. Otemanu. Realmente muy muy bonita.

Si su presupuesto no les permite quedarse en la otra habitación, no duden en ir igual y hospedarse aquí, porque es una belleza total.

Actividades del hotel.

Playa:

El hotel incluye varias actividades. En primer lugar, está la espectacular playa. En la playa tienen reposeras y distintos tipos de sillas, con mesitas, y también algunos sillones grandes con sombra donde relajarse.

Las vistas son un espectáculo, es como meterse dentro de una postal o fondo de pantalla de esos que ponemos en la compu. El paraíso.

En la playa mismo hay un stand donde pueden solicitar además de toallas de playa, equipo de snorkel (incluyendo patas de rana) y flotadores de esos grandotes. Se lo pueden llevar a la habitación si quieren, y luego lo siguen usando. Nosotros estacionamos nuestro flotador en la escalerita de la habitación! 🙂

Allí también pueden solicitar pelotas para jugar en la playa, kayaks, y tablas para hacer paddleboard. Nunca habíamos probado y la verdad que el lugar es ideal para iniciarse, porque el agua es bien calma y el área grande como para moverse con tranquilidad. Además, hay poquita gente, y eso también lo hace ideal para poder pasarlo genial.

Dentro del agua hay como un flotador enorme que está ahí fijo, pueden hasta darse una siesta jaja

Si se van un poquito más a lo profundo, van a poder hacer un snorkel espectacular. Vimos unas mantarrayas enormes a pocos metros de la orilla, de esas negras como puntiagudas, y también de las más redondas y grises. Claramente nuestra descripción es poco técnica, ¿pero se entiende la idea verdad?

También van a ver un montón de peces de distintos tipos y colores, y en la orilla se ven muchos peces pequeñitos, grises con amarillo, que enseguida se acercan cuando uno se sienta allí a remojarse.

La zona de arena es una belleza, con palmeras y una arena blanca como el harina. El paraíso mismo.

Laguna.

Además de la playa, y como si esto fuese poco, justo detrás de la zona de arena de la playa, hay una enorme laguna también de agua salada, donde se puede hacer snorkel y hacer clavados desde una especie de muelle que hay en medio. El color es más azul o turquesa que la playa, ya que es un poco más profundo, y el contraste que hace con la arena y el verde de la vegetación, ¡es realmente hermoso!

Si te quedas en los bungalows de la playa, tenés salida directa a esta laguna, y ves un atardecer espectacular con la playa de fondo.

Piscina.

Como si no fuera suficiente con dos playas, hay más. No podía faltar una piscina de borde infinito, ¿verdad? Está ubicada en la playa, y el borde infinito es justamente hacia el mar. La piscina es ideal para sentarse y relajarse, ya que tiene una parte bien llanita donde el agua no te llega a las rodillas, y luego va aumentando en profundidad.

No es muy grande en tamaño, pero creo la idea no fue hacer una piscina para nadar sino para relajarse y darse un chapuzón.

Alrededor hay un deck con reposeras, para aquellos que precisamente no aman el tema del arena, y luego más atrás, está el bar con la barra.

Si bien es muy bonita, me costó un poco ver personas pasar el día completo en la piscina, la cual si bien tiene unas vistas impactantes, no se compara con lo que es esa playa tan cristalina e increíble! Pero sobre gustos no hay nada escrito, así que si sos mas de la piscina, acá tenés una que no te va a defraudar.

Bares y restaurantes.

Ya que los mencionamos, el hotel cuenta con dos restaurantes: Le Tipanie, el más formal, que tiene vistas a la laguna y ofrece cocina polinesia además de asiática y occidental, y Le Te Ava, con una onda mas playera. Hay además tres bares, Hapaina Wine and Tapas Bar, que tiene una parte interior y otra exterior desde donde se ve la playa y la piscina; Miki Miki, con vistas a la piscina que ofrece no solo bebidas alcohólicas sino también jugos frescos, y el Pool Bar.

Los costos no son de lo más económicos, pero siempre pueden llevar alguna cosita en el equipaje, así como para no desbancarse durante su estadía 😉

Por si tienen curiosidad, pueden leer la carta de los restaurantes y bares, con sus precios y todo, en la web del hotel que les dejamos acá. 

Fitness y Wellness Center.

El hotel cuenta con un gimnasio y Spa o centro de bienestar.

El Spa, con vistas a la laguna, ofrece tratamientos típicos polinesios, y utilizan productos hechos con ingredientes también típicos como frutas frescas, aceite de monoi, y sal marina, entre otros. Ofrecen desde tratamientos mas estandar como Body Scrubs y masajes, hasta tratamientos especialmente hechos a medida.

Zona de juegos y esparcimiento.

Cerca de los restaurantes hay un salón de juegos, que incluye mesas de pool, juegos tipo PlayStation o wii, sala de lectura y algunos juegos de caja y demás. Nosotros fuimos una noche a jugar unos partiditos de pool, ¡y la verdad que está muy bueno! Ideal para relajarse un rato después de cenar.

Ni que hablar si viajan con niños o adolescentes, aunque la verdad que no vimos muchas familias con niños. Las había,  pero más bien eran parejas o algunos grupos de amigos, o familias pero solo los adultos. Tal vez fue solo cuando fuimos nosotros, no sabemos si esto siempre es así o es el perfil del hotel.

Zonas comunes.

Hay también un área común con sillones y tv, que realmente no se si mucha gente llega a usar, pero se ven cómodos. Creo que más que nada puede ser útil si estás esperando o haciendo tiempo para algo jeje

 

También hay un área con computadoras e internet a disposición, que incluye el uso de impresoras.

Tiendas.

Hay una tienda de souvenires y cositas que podemos llegar a necesitar, como ser factor solar o bronceadores, entre otros. También hay una joyería donde pueden darse un gusto si son fanáticos de las joyas! Nosotros no vale aclararlo, ni entramos a mirar.

También hay un centro de buceo dentro del hotel.

Centro de rescate y recuperación de tortugas marinas.

Una de las novedades y cosas más interesantes que tiene el hotel, es un centro de conservación de tortugas marinas. Trabajan en el rescate y luego la recuperación de las tortugas marinas. Se puede visitar el centro, la visita es guiada y realmente nos pareció muy serio como tratan el tema. Primero te dan una charla sobre la problemática con las tortugas que reciben en el centro, como las cuidan y el trabajo de concientización que realizan.

Luego se puede entrar a la zona donde están las tortugas, pero no permiten tocarlas ni mucho menos levantarlas. Solo se puede alimentarlas, pero te proporcionan guantes para no contaminar la comida ni el agua, y además, la comida para cada tortuga está pesada y separada ya de antemano. Es decir, se les puede dar únicamente lo que ya está pautado que coma cada una. La comida no se le da directo en la boca, así que en ningún momento se puede tener contacto con ellas, y en el caso de las tortugas pequeñas, ni siquiera permiten alimentarlas.

La visita es muy cortita, y solo una vez al día.

Realmente nos pareció serio como se trata el tema, y nos pareció por demás interesante conocer un poco más sobre un tema del cual no teníamos mucha idea.

Otros servicios.

Lógicamente el hotel ofrece Wifi (sin costo extra) y otros servicios a la habitación con un costo adicional, como ser comidas, bebidas y servicio de masajes/spa. También ofrecen servicio de traslados a la isla principal.

Está incluido el traslado en los carritos de golf dentro del predio (manejados por ellos), y vimos algunas personas usando bicicletas.

Nuestra opinión:

Si bien es verdad, el costo es muy alto, realmente es un lujo que bien vale la pena. El servicio es excelente, y el único problema que tuvimos fue como mencionamos la demora en el traslado desde la isla principal, lo cual enseguida que llegamos fue compensado por una tarjeta de disculpas y una botella de champagne a nuestra habitación. ¡¡Perdonadísimos!! Hasta lo aprovechamos para sacar unas fotos y todo jaja

Se nota que se preocupan por el huésped, el servicio es muy bueno y las instalaciones también lo son. Es un lujo pero que está acorde al lugar, es decir, respeta el entorno y esa mezcla entre lo exótico y lo rústico, entre la playa y el lujo que representa estar en un lugar así. Los materiales parecen nobles y naturales, están en consonancia con el estilo de la Polinesia o lo que uno espera de ella.

El ambiente nos pareció también relajado, nada de cosas acartonadas y de etiqueta que al menos nosotros no lo disfrutaríamos de la misma forma.

Nos encantó además que es un lugar muy tranquilo, y ahí es donde uno nota realmente la exclusividad. No es para nada masivo, sino que hay poquitas personas y uno puede gozar de una privacidad que no es común en los lugares de playa.

Otra cosa que nos gustó mucho es que no es necesario salir del hotel para poder disfrutar de lo mejor de Bora Bora, es decir, pueden hacer diversos tours, pero si solo quieren relajarse, ¡acá tienen todo lo que necesitan para hacerlo!

Dormirse sabiendo que estás sobre el agua y escuchando el ruido por la noche, amanecer con esas vistas impactantes, y poder disfrutar de un paraíso así, es un privilegio que vale la pena darse al menos, una vez en la vida.

¡Esperamos les sirva nuestra reseña! Y no podemos hacer otra cosa que recomendarles que si, que si tienen la oportunidad, vayan! Les aseguramos que no se van a arrepentir 🙂

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