Madagascar: Ruta de viaje.

En el post sobre presupuesto les contamos cual fue más o menos nuestro itinerario, hoy les traemos la ruta de viaje completa con más detalle de qué hicimos cada día. 

Intro.

En nuestro viaje a Madagascar visitamos también otras dos islas vecinas: Isla Reunión (perteneciente a Francia), e Isla Mauricio. 

Estuvimos en total 21 días de viaje, de los cuales destinamos 9 a Madagascar, 3 a Isla Reunión y 6 a Mauricio, más 1 día en Sudáfrica que estuvimos de escala a la vuelta y aprovechamos a descansar, y 2 días para la ida y vuelta (la ida sobre todo fue larguísima y llena de escalas). 

El viaje fue a fines de abril. 

Les dejamos el mapa de nuestro recorrido, y debajo hacemos un detalle de cada día:

Itinerario:

Día 1- Llegamos tarde, solo hicimos noche en Tana. 

Llegamos a Madagascar en un vuelo desde Johannesburgo, con escala en Nairobi (Kenia) y Moroni (Comoras, donde no cambiamos de avión). Tsiry, nuestro conductor guía, nos estaba esperando en el aeropuerto y nos llevó hasta el hotel Niaouly.

Nos dimos un merecido baño reparador, acomodamos nuestras cosas, hablamos con nuestra familia para avisar que habíamos llegado bien después de chiquicientos mil vuelos, y nos dispusimos a dormir. 

Día 2- Antananarivo- Antsirabe. 

La intención era madrugar, pero bien nos había propuesto Tsiry arrancar un poco más tarde jaja Así que nos levantamos 9 am, desayunamos los tres en el hotel mientras conversamos sobre lo que haríamos los días siguientes, y aprovechamos para cambiar dinero en efectivo. 

Este día fue light, hicimos el trayecto desde Tana rumbo a Antsirabé, aproximadamente 171 km pero que toma más de 4 horas de ruta. A nosotros nos tomó aún más porque estabamos en fin de semana de celebraciones por semana santa, son días feriados y había una gran fiesta en Antsirabé, por lo que la ruta estaba llena de gente en todo tipo de medios de transporte. Además, paramos en el camino a comer algo, y también en algunas pequeñas ciudades o pueblos en la ruta. 

Llegamos a Antsirabé por la tarde, la ciudad estaba vestida de fiesta y llena de gente en las calles festejando. ¡No cabía un alfiler! Hicimos noche en el hotel Les Chambres du Voyager.

Estábamos todavía tan cansados que decidimos no salir a cenar, tomamos unos café con leche en la habitación con algún snack que habíamos comprado para la ruta, y nos fuimos a dormir temprano ya que el día siguiente si iba a ser intenso y tocaba madrugón (el primero de muchos jeje). 

Día 3- Antsirabé- Miandrivazo- Morondava, Avenida de los Baobabs al atardecer. 

Este día madrugamos lindo, 5:30 am estábamos en pie. Desayunamos 6 y poco, y a las 7 ya estábamos en la ruta rumbo a Morondava. Son 484 km, y si bien Google marca que son casi 8 hs de viaje, esto dependerá mucho también de como esté la ruta. 

Nosotros no paramos a almorzar ya que nuestra intención era llegar para ver el atardecer, en vez de hacer dos noches en Morondava hacer solo una y al día siguiente poder retomar ruta para ganar un día a nuestro itinerario inicial de modo de aprovechar a full el tiempo.

Paramos en Miandrivazo para estirar las piernas y comprar algunos snacks, y seguimos ruta.

Cerca de las 13:15 entramos en la RN 35, por esta ruta son aproximadamente 2 horas, dos horas y media para llegar hasta la Av. de los Baobabs, que está antes de Morondava. 

El camino fue difícil: un calor insoportable, los vidrios abiertos por el calor, treinta mil pozos por metro cuadrado, tierra, y la ruta llena de gente, animales y pequeños poblados, hacía que el camino fuera super lento.

Como contracara, pudimos parar en algunos mercados, e ir conociendo la realidad de este país a paso lento. Además, hay que decir que la camioneta era muy cómoda y eso nos hizo un poco más llevadero el maratón de ruta.

Más allá de lo tedioso del viaje, llegamos super temprano gracias al genio de Tsiry: 15:20 estábamos ahí. Decidimos no ir hasta Morondava y aprovechar esas horas en este espectacular lugar. Caminamos toda la avenida, hicimos dos vuelos con el dron, y vimos un atardecer mágico que nos dejó sin palabras. 

Luego de la emoción y de una tarde increíble, ya casi sin luz, pusimos ruta rumbo a Morondava, a 17 km de la avenida. 5km son por calle de tierra casi intransitable, así que se hacen eternos, más de lo habitual en ruta. Pero era tanta la alegría que no nos importaba nada. Llegamos ya entrada la noche a Morondava, nos instalamos en nuestro hotel Le Boulle, unas cabañitas hiper sencillas pero bien para pasar la noche. 

Después de instalarnos fuimos al centro en busca de unas pizzas, teníamos ganas de comer contundente y la comida al paso no nos venía cayendo muy bien. Como no tenían la opción de “take away”, nos compramos un plato jaja y nos la llevamos asi al hotel. Que nos quiten lo bailado. Nadie entendía nada, pero nosotros llegamos a al hotel con las pizzas prontas en un plato de plástico. 

Nos terminamos acostando super tarde por más que estábamos cansados, así que solo dormimos un par de horitas.

Día 4- Morondava. Amanecer en Av. de los Baobabs. Ruta hasta Antsirabe. 

Nos levantamos 3:30 am, este si que más que madrugón fue levantarse a mitad de la noche. 4 am salimos del hotel rumbo a la Avenida de los Baobabs, dispuestos a ver el amanecer. La realidad fue que llegamos 4:40am, todavía en plena noche, y tuvimos que esperar un buen rato. En el hotel nos aconsejaron salir a esa hora, pero se les fue un poco la mano. 

Igualmente nos encantó porque había una impresionante luna llena y noche despejada, por lo cual pudimos ver un paisaje distinto y estar ahí desde que apenas empezó a aclarar.

Por suerte, si bien cerca del horario del amanecer llegó algo más de gente, creo que los contábamos con los dedos de las manos. Era una paz y una tranquilidad espectaculares, la luz empezando a iluminar ese paisaje entre la bruma, impresionante. ¡De lo más bonito que hemos visto!

Hicimos mil millones de fotos y videos, volamos el dron un par de veces, y de nuevo recorrimos la espectacular avenida mientras los locales comenzaban a transitarla en sus rutinas habituales. 

Una vez el sol estaba a pleno y ya era entrada la mañana, nos fuimos rumbo a los famosos Baobabs enamorados, que están cerca de ahí. Estuvimos un ratito y visitamos a los artesanos que están allí, a quienes les compramos unos preciosos baobabs tallados en madera, y luego de comprar un desayuno en un puesto en la calle, emprendimos ruta rumbo a Antsirabé cerca de las 9:00am (8:40). 

Si bien Google maps te marca que podés seguir rumbo al sur sin volver hasta Antsirabé, esa ruta está en muy mal estado y no es recomendada porque hay robos. Así que toca volver a Antsirabé y de ahí bajar al sur rumbo a Ambositra. 

Poco después de las 11 am estábamos agarrando la ruta 35 (en esa bifurcación es justamente donde se abre la ruta “directa” rumbo a Ambositra según Google, pero que no está recomendada). La ruta 34 está bastante bien mantenida y asfaltada, la 35 no tanto, sobre todo llegando a Miandrivazo, así que en esa parte toca ir mas lento. 

Esta vez si paramos a almorzar en Miandrivazo y nos tomamos un rato para descansar. Comimos pollo con arroz, disfrutamos de unas bebidas bien frías, y seguimos viaje.

Ahora con la panza llena y semejante madrugón, la ruta si que se hizo eterna y pesada. Encima había muchísima gente en las calles y rutas por los festejos de semana santa, entonces nos tocó ir en algunos tramos a paso humano. Eso sí, fue de lo más interesante ¡y sin duda hizo el viaje mucho más llevadero! No todos los días se pueden ver de primera mano festejos de este tipo en los lugares que uno visita.

Si bien la ruta fue pesada, y estábamos muy cansados, además de los festejos el hecho de ir conociendo rincones tan inhóspitos, y ver cómo vive la gente en lugares tan lejos de casa, nos pareció increíble. 

Finalmente, cerca de las 19 hs y después de más de 10 hs, llegamos a Antsirabé. Esta noche cambiamos de hotel ya que el anterior si bien no estaba mal, no nos encantó y nos pareció caro para lo que ofrecía y para los costos del país.

Así que nos quedamos en el hotel Le Trianon, un éxito total. Estábamos rematados, pero teníamos tal emoción por el día tan intenso que habíamos vivido, que nos dimos un merecido baño fresco y salimos a cenar a un restaurante que está en la misma calle del hotel (Zandina restaurante, mega recomendado). Cenamos y probamos finalmente la famosa cerveza local, THB.

Para sumar a esta mega jornada, el hotel tenía un super wifi, por lo que aprovechamos a bajar fotos, hablar con la familia, subir cositas a las redes, y averiguar cosas para los días siguientes de ruta. Entre cosa y cosa, ¡nos dormimos como 4am! Si, más de 24 hs despiertos, no dábamos más, pero estábamos felices por este día espectacular 😊

Día 5- Antsirabe- Fianarantsoa. Visita a Parque Ranomafana. 

Habíamos quedado en salir 7:30 am, pero con semejante remate que traíamos, en vez de 6:30 nos levantamos a las 7:00, así que terminamos saliendo a ruta 8:00am. Hoy tocaba ruta por la famosa RN7 rumbo al sur. 

La primera parada fue la reserva de Ranomafana, ¡era el día de conocer a los Lémures! Llegamos poco después de las 10am a la reserva, e hicimos una visita de 3 hs aprox. Tenés varios circuitos para elegir. 

Fue nuestro primer encuentro cercano con los hermosos Lémures, así que ¡no dábamos más de la emoción!

La reserva nos encantó, pudimos ver distintas especies de lémures, y los guías nos enseñaron un montón. Realmente valió la pena ganarle tiempo al itinerario y las palizas de los días anteriores para poder sumar esta reserva que no estaba en nuestros planes iniciales. ¡Un super gol!

Después seguimos camino rumbo al sur. En la ruta paramos en unos arrozales preciosos con las montañas de fondo a volar el dron, y se terminó transformando en todo un evento social jaja Estuvo genial. La gente sin duda es lo más en este país. 

https://flic.kr/p/2h1XyoY

Llegamos a Fianarantsoa ya de noche, casi 19:00 hs. Nos instalamos en el hotel, Le Petit Bouf, y salimos a comprar la cena en un restaurante cercano con Tsiry. Tomamos una cervecita juntos mientras esperamos la comida, semejante jornada también merecía festejo. 

Nos compramos una buena cena contundente, y nos fuimos a comer al hotel, que tenía mesita y sillas para comer cómodos y descansar un poco. Para variar, nos volvimos a dormir tarde. Pero como punto a favor, aprovechamos para hablar de nuevo con la familia, con ustedes en Instagram, y para reservar el auto para isla reunión. Si si, cuando les digo que no teníamos nada planificado, era nada literal jeje. 

Día 6- Fianarantsoa- Ambalavao. Reserva de Anja, y ruta rumbo a Ranohira. Atardecer en Ventana del Isalo. 

Nos levantamos 7 am. Ahora el cansancio de las mega maratones se hacía sentir fuerte, pero estábamos igual con pilas porque nos esperaba otro gran día. Desayunamos y salimos a ruta cerca de las 8, rumbo a la Reserva de Anja. 

El trayecto fue corto, aproximadamente hora y media, así que poco después de las 9 ya estábamos ahí. La visita nos tomó aproximadamente 2 horas, y estuvo genial. También vas con guía y buscador de animales (como en todos los demás parques y reservas, es obligatorio), y está genial porque aprendés mucho más y ves animales que de otra forma te perderías. 

Vimos un montón de lémures de cola anillada (este es el mejor lugar para verlos), insectos extraños como los bicho palo, serpientes, geckos, lagartijas y hasta camaleones. Luego subimos hasta la cima del lugar para ver unas vistas espectaculares, y emprendimos el regreso. ¡Nos encantó!

Después de mediodía salimos del parque y tomamos ruta rumbo a Ranohira. Las vistas de esta ruta son increíbles, así que nuevamente paramos a volar el dron en el camino.

El camino fue mucho mas llevadero ya que al ser la ruta que llega al parque más visitado (Isalo), este tramo está mucho mejor conservado, de hecho fue la mejor ruta que vimos.

A las 15 hs estábamos en Ranohira, instalados en nuestro hotel, Orchideé, que fue de los mejores. Pensamos en dormir una siesta para recuperar, pero nuestra cabeza no nos deja hacer mucho relax jaja

El hotel tenía una super piscina así que yo no me aguanté y me di un buen baño refrescante mientras Gastón hizo otro vuelo de dron desde el balcón. Hay que aprovechar al máximo el tiempo, dormiremos después en casa.

Por la tarde nos fuimos a ver el atardecer en la ventana del Isalo, espectacular. Este lugar está fuera del parque por lo cual no es necesario pagar entrada ni guía para visitarlo.

Por la noche cenamos en el hotel, y después nos fuimos a dormir. La verdad fue una noche complicada porque Gastón empezó a levantar fiebre de madrugada (el agotamiento tiene sus consecuencias) y nos asustamos un poco, no nos dábamos cuenta de por qué podía ser y en lugares así uno se persigue un poco más de lo normal por las enfermedades.

Finalmente, y después de buscar info por internet nos tranquilizamos, ya que era muy pronto según San Google para tener síntomas de las enfermedades más comunes después de poquitos días de entrar al país.

Más tarde nos dimos cuenta de que lo que tenía eran llagas en la garganta, hermoso para sobrellevar en pleno Madagascar. Pero por suerte al ver que era esto, nos quedamos tranquilos. Teníamos antibióticos en nuestro botiquín y esa misma noche los empezó a tomar. 

Día 7- Visita a Parque Nacional Isalo, Trekking de día completo. Ruta a Ambalavao.

Amanecimos 6 y poco, más cansados de lo que nos habíamos acostado, y Gastón se sentía muy mal. Todavía tenía fiebre, por lo que nos cuestionamos el hecho de ir a Isalo. Teníamos planificado un trekking de día completo, entre 7 y 8 hs, y no era el mejor día para tener ese esfuerzo físico. 

Desayunamos, y decidimos ir igual pero hacer el trekking corto de menos horas solo viendo lo principal. Yo tenía mis dudas, pero Gastón insistía en que estaba un poco mejor. 

Una vez llegamos a Isalo ya con nuestro Guía, nos mostró la diferencia entre los trekkings largo y corto, y Gastón dijo que haríamos el trekking largo. Ahí si me generó muchas dudas más. Hacía calor, eran horas caminando, y el sol se iba a hacer sentir. Pero se empecinó, así que allá fuimos igual bajo la promesa de que si se sentía mal en cualquier punto del camino, dábamos la vuelta. Le avisamos al guía para que adaptara el ritmo a esta situación, y arrancamos cerca de las 8am. 

Llevamos nuestro picnic para almorzar, y varias botellas con agua helada para hidratarnos bien y sobre llevar el día. Obviamente gorro, factor solar, y repelente.

Realmente el lugar es espectacular. Vimos paisajes increíbles, formaciones rocosas imposibles, camaleones, insectos y por supuesto varias especies de lémures divinos. También recorrimos cataratas y piscinas naturales, donde yo no aguanté la tentación y me di un chapuzón, Gastón se aguantó porque si bien estaba un pelín mejor, no quería arriesgar. 

Ya el final del recorrido se hizo difícil la verdad, si yo estaba cansada imaginen como estaba el nene… agotado. ¡Pero prueba superada!

Cerca de las 15:00 hs salimos del parque, felices no solo por lo que habíamos conocido sino porque Gastón se animó y pudo hacer todo el recorrido. Un genio total. Compramos unas bebidas frescas, y emprendimos ruta rumbo a Ambalavao, a donde llegamos ya por la noche. Por suerte esta ruta era el tramo más lindo, así que pudimos descansar un poco.

Hicimos noche en el hotel Bougainvilleés, cenamos cerca de las 20hs y hablamos por videollamada con la familia. Cerca de las 23:00 nos dormimos. 

Día 8- Ruta de Ambalavao a Tana. Noche en Tana. 

Este día tocó madrugar mucho otra vez, 6 y poco arriba. Teníamos 468 km de ruta, con lo que eso significa en este país. Según Google maps son 10 hs de ruta, pero obviamente terminan siendo más, sobre todo si hacés alguna parada. Así que había que madrugar. Desayunamos en el hotel, todo delicioso, y salimos 7:50 a ruta (tarde, porque habíamos quedado 7:30, pero tampoco tan mal jaja).

Gastón por suerte estaba mejor, si bien todavía no estaba recuperado, el antibiótico empezó a hacer lo suyo. Por suerte al ser un día mayormente de ruta y paradas que no implicaban caminatas ni esfuerzo físico, podía recuperar un poco más. Nos dolía todo de la caminata del día previo jeje ¡Mis piernitas no daban más!

Después de mediodía estábamos en Ambositra, donde paramos a almorzar y descansar un rato. Luego seguimos ruta, pasamos por Antsirabé casi a las 16:00, y finalmente llegamos a Tana cerca de las 19:00. Volvimos a quedarnos en el hotel Niaouly que nos había parecido buenísimo y muy económico. 

Nos bañamos y nos dispusimos a salir a cenar, pero cuando subimos al restaurante del hotel, la cocina había cerrado. Estamos acostumbrados a cenar tarde, algo que en muchos países no es habitual. Nos recomendaron un restaurante a dos cuadras, Le Petit Verdot, que aún estaba abierto, así que allá fuimos. La comida deliciosa y el lugar super lindo, nos encantó. Cenamos Cebú con salsa de queso, con puré yo y papas fritas Gastón, y acompañamos con un buen vinito tinto para celebrar el cierre de estos días increíbles en Madagascar. 

Luego volvimos al hotel a preparar las mochilas, y por supuesto, nos volvimos a acostar tarde jaja ¡pero que nos quiten lo bailado!

Día 9- Tana y vuelo a Reunión. 

Este día nos levantamos, desayunamos rico, y nos pasó a buscar Tsiry para llevarnos al aeropuerto. Hay que reconocer que nos dio nostalgia la despedida después de los días compartidos, y que nos hubiese gustado estar unos días más, pero nos esperaban dos destinos más que nos sorprendieron mucho también, ¡así que estábamos felices de seguir viaje y seguir descubriendo nuevos lugares!

En el aeropuerto tomamos un cafecito y después nuestro vuelo rumbo a Isla Reunión. 

Conclusiones y recomendaciones:

Como verán, fue un itinerario de viaje donde no paramos un segundo, y eso se hizo sentir. Nosotros somos de viajar a un ritmo bastante intenso y ágil siempre, y Madagascar no fue la excepción. Al ser un país bastante difícil de recorrer por las distancias, estado de las rutas y demás, con el correr de los días esas cositas que parecen bobas te van pasando factura. 

Si quieren hacer una ruta como la nuestra, tengan en cuenta que van a tener que dormir poco (madrugás y te acostás tarde) meter pata, y estar dispuestos a no hacer mucho relax. Para nosotros siempre termina compensando el esfuerzo, porque nos permite aprovechar al máximo los tiempos, pero reconozco que no es para todo el mundo y menos en Madagascar. 

En nuestra idea de ruta inicial no estaba Ranomafana, pensábamos hacer dos noches en Morondava para no tener paliza de ruta dos días seguidos, pero una vez ahí decidimos ajustar todo para poder sumar esta reserva y ganar un día. 

Ir con itinerarios ajustados también tiene sus riesgos, ya sea climáticos (por ej que te llueva en algún lugar), o de la vida misma: que pinches una rueda o tengas algun percance de ruta y te atrases, que te enfermes o te sientas mal y tengas que parar un poco, entre otros. Esto puede hacer que al no tener mucho margen de días te quedes sin hacer alguna actividad. 

¿Qué te recomendaríamos?

Si querés hacer esto mismo pero un poco más tranqui, te recomendamos que le sumes 2 o 3 días a este mismo recorrido. 10 o 12 días serían tal vez lo ideal para poder descansar un poco más. 

Tengan en cuenta que esto es posible si van en vehículo privado y con conductor local. Si su intención es hacerlo en transporte público, no lo haríamos en menos de 15-20 días. 

Si van a sumar más lugares a su ruta, como puede ser algún Tsingy o playas (Nosy Be, Anakao, o St. Marie por ej), prevean también sumar más días. El Tsingy de Bemhara se puede sumar luego de Morondava (2-3 días más), Anakao se puede sumar luego del PN Isalo siguiendo ruta rumbo a Toliar al sur (3-4 días más como mínimo para poder disfrutar unos días de playa y relax). 

Nosy Be queda bien al norte y se sale de este itinerario, lo mas recomendado es volar desde Tana, y recomendaríamos 4 días para sumar este lugar. Por último St. Marie también se sale del recorrido que hicimos nosotros, está al oeste por lo cual requiere sumar días de ruta y tener en cuenta que para llegar hay que ir en barco, ya que se trata de una isla pequeña.

¡Esperamos les sirva la info y nuestra experiencia! Hemos escrito mucho más sobre Madagascar, pueden leerlo acá. 

Como siempre, pueden dejarnos sus dudas y comentarios debajo, y ya saben que nos ayudan compartiendo este post en sus redes sociales para que llegue a más viajeros. 

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