Tokio. La ciudad del futuro.

Si bien muchos dicen que Dubai es la ciudad del futuro, y en cierta forma lo es, Tokio supera todas las expectativas en este rubro. Llegar a Tokio es chocarse con la perfección misma, con todo lo que está bien en este mundo, con una maqueta de como es la ciudad perfecta. Tan perfecta, que puede hacer que nos sintamos un tanto cavernícolas en ella y hasta un poco extrañemos nuestra loca imperfección. Seamos sinceros, un poco de caos no le viene mal a nadie!

Les contamos las cosas que mas nos llamaron la atención en Tokio!

Las calles están tan limpias, que parecen tu casa.

Bueno, incluso cuando llegamos dudé si la vereda no estaba más limpia incluso que el piso de casa jajaja Dejando fuera las bromas, la limpieza es algo realmente increíble. En la calle no se vé un papelito, una basurita, un chicle pegado, una colilla de cigarrillo, nada. Todo está pulcro y limpio. Las calles perfectamente pintaditas y prolijas, las veredas igual. Todo está con un nivel de limpieza realmente supremo.

 

Los WC hablan

Si si, los Water close, los inodoros. Y no solo hablan, sino que se encargan de muchas funciones para hacernos la vida más fácil o simplemente entretenernos. En un control ubicado al costado del artefacto, uno puede elegir entre distintas opciones. Por ejemplo, puede calentar el asiento para en invierno no tener que sentarse sobre el inodoro frío. También tiene la opción de lavado, que creo que no requiere mayores explicaciones jajaja

Una función curiosa es que puede poner música mientras está allí; o sino mientras uno orina el inodoro emite sonido de agua, como para tapar el ruido normal digamos con uno un poco más estándar.

En otros inodoros, vimos una función que nos pareció una gran idea, que apunta más bien a un tema de uso responsable del agua potable. En lo que sería la cisterna, hay una canilla, y la tapa de la cisterna sería como una especie de pileta. En un primer momento, cuando la ví, pensé simplemente que se trataba de un tema de ahorro de espacio, tampoco me lo cuestioné mucho. Dejé arriba de la “Cisterna” mi necesaire, y cuando tiro de la cadena…el agua empieza a salir por la canilla que estaba arriba!! Aunque mojó todas mis cosas, era mayor mi entusiasmo al ver ese sistema. No podía creer lo que veía! Está pensado para que, con la misma agua con la que uno llena la cisterna, se lave previamente las manos; haciendo así un doble uso del agua. No es eso fantástico?

Cabe aclarar que todo esto pasa en los baños públicos también; ya sea de aeropuertos, terminales, hostels, etc. Los inodoros cuentan también con una función de limpiado o con toallitas antisépticas a disposición para poder desinfectar el lugar antes de utilizarlo.

Ni que hablar de que tiran la cadena automáticamente!

Nadie roba nada

Algo que nos sorprendió fuertemente es que en la calle, todos dejan sus cosas como si nada, y nadie se lleva lo que no es suyo. Por ejemplo, en Tokio todo el mundo anda en bicicleta, y hay en los edificios grandes estacionamientos de bicicletas, con doble piso. Ese día estabamos recorriendo la ciudad ya pasada la medianoche, y para nuestra sorpresa, al ver uno de estos estacionamientos y parar a sacar unas fotos, nos dimos cuenta de que todas esas bicis, estaban sin candado. Simplemente, las dejan allí. Obviamente, tomamos dos y salimos a recorrer la ciudad en ellas… naaa jajajaj Es broma!

La gente deja en la vereda macetitas con plantitas y adornos, que, obviamente, no solo nadie se lleva sino que todos respetan y cuidan.

También vimos que en una plaza pública, alguien había dejado colgado un paraguas en un banco. Durante nuestros días en Tokio, pasamos por allí innumerables veces, y el paraguas aún estaba en su lugar. Cabe decir que no era un paraguas viejo, ni roto. Estaba en muy buenas condiciones. Simplemente, alguien lo había olvidado allí.

Otro ejemplo es en el hostel, que nos hicieron dejar las mochilas en unos compartimentos totalmente abiertos, en la entrada, sin ningún tipo de candado. Al principio no me gustó, dudamos, dijimos… y si nos roban?? Pero no, esto No pasa. No está en su cabeza pensar de ésta forma. De hecho allí dejamos todo, a lo último ya sin ningún reparo, y nada pasó.

Y así podemos seguir dando ejemplos, el nivel de educación al respecto es simplemente impresionante, y con esto pasamos al siguiente punto.

El nivel de educación y organización de los japoneses es impresionante

En primer lugar, el japonés en general es una persona sumamente educada. Y esto lo comprobamos no solo estando en Japón, sino al cruzarnos con viajeros de éste país.

Además de todo lo antedicho, que ya demuestra un poco de lo que es la cultura en sí de los ciudadanos de Tokio, nos cruzamos con innumerables ejemplos de esto.

Estando un poco perdidos, fueron varias las oportunidades en las que se nos acercó alguna persona sin nosotros haber preguntado nada, a auxiliarnos y orientarnos para llegar a donde queríamos llegar.

Una costumbre que nos llamó mucho la atención, es que la gente hace fila para todo… incluso para cruzar en el semáforo! Y no solo hacen fila, sino que se disponen paralelamente a la calle, de forma de no estorbar el paso de las demás personas que circulan por la vereda. Al principio no entendíamos bien que hacían así dispuestos, pero luego de verlo en todos lados nos fuimos acostumbrando y empezamos a sumarnos nosotros también a la fila.

Incluso aun cuando hay masas de gente, como sucede en muchos lugares, funcionan de forma organizada y educada. El cruce de Shibuya es algo impresionante!!

En los metros y trenes, la gente va en silencio total. Nadie va escuchando música fuerte ni molestando a nadie. Todos se mantienen en sus lugares, y al principio choca un poco el silencio que hay y la delicadeza con la que se mueven. Ni el propio metro hace ruido, ya que es sumamente moderno. Con respecto al metro, no solo es nuevo, limpio y silencioso, sino que además…tiene calienta-asientos 🙂

Hasta los niños van en silencio, sentaditos muy prolijitos, algo increíble jajaja

En los comercios, a la hora de entregarles el cambio y la bolsa con lo que uno haya comprado, hacen una especie de reverencia y entregan la bolsa prolijamente en la mano de la persona, mirándola y agradeciéndole su compra. El cambio lo dejan en una especie de cajita digamos, no te lo dan directamente en la mano.

Sus modales son sumamente suaves, no denotan violencia en ningún momento. Se mueven ligeros y de forma pausada. Nos sentíamos un poco bastante primitivos jajaja Al hablar, al movernos, todo nos parecía que lo hacíamos muy grotesco al lado de ellos!

Por ultimo, vimos en mas de una oportunidad que ellos aprovechan para arreglar las calles y demás, durante la noche, de forma de no entorpecer la circulación durante el dia. Todo esta pensado en esta ciudad.

Los taxis son un mundo aparte.

Realmente no pensábamos hacer uso de un taxi, y si bien la experiencia nos salió MUY cara (mejor no hablemos de eso), fue algo distinto que estuvo interesante ver.

Ese día nos habíamos entusiasmado con la caminata, habíamos caminado ya más de 10 kilómetros y eran cerca de las 3 am. Empezamos la caminata de regreso, pero realmente se empezó a tornar un poco agotador. Hacía frio, habíamos llegado a Tokio ese día y al otro día la intención era madrugar… encima habíamos reservado hotel cápsula y no sabíamos que tan cómodos podríamos dormir (debo decir que es muy comodo!). En eso, vemos pasar un taxi. Dudamos un poco, pero faltaba aún mas de la mitad de camino y realmente, queríamos llegar (sobre todo yo). Así que lo frenamos.

El auto era un auto de categoría, reluciente. Al frenar le preguntamos cuanto podría costarnos hasta determinado lugar, y contestó amablemente un estimativo que, claramente, nosotros entendimos mal. Básicamente, le erramos por un cero jaja Así que dijimos bueno, no está tan mal, vamos. La puerta del coche se abrió sola. Y subimos. Una vez arriba, Gastón hacía fuerza para cerrarla, y la puerta no cedía… ehhh no Mr, la puerta se cierra sola! El chofer apretó un botón y la puerta se cerró delicadamente. No podíamos creer lo que veíamos.

Mayor fue nuestro nivel de asombro cuando reparamos en que el taximetrista estaba vestido con una especie de traje y sombrerito, con guantes y todo. El auto olía a cuero y a limpieza. El auto olía a caro, y así fue!! Pero bueno, quien nos quita lo bailado?

Todo está traducido al inglés

A todo lo que venimos diciendo, sumémosle que todo, está en inglés. Las paradas de metro, los precios, los lugares turísticos, todo tiene su traducción. Ahora, esto se vé un poco menos al salir de Tokio, al menos fue lo que nos pasó rumbo al Monte Fuji. Pero en Tokio central, podrán encontrar todo en inglés. Y la verdad, se agradece!

Todo está automatizado.

Si, todo. Desde los WC como ya mencionamos, pasando por las estaciones de servicio, los tickets de metro, todo. Lo que más nos llamó la atención en este sentido fue que por todos lados hay máquinas automáticas, de esas dispensadoras, que venden lo que se les ocurra. Incluso están en la calle mismo.

En los supermercados venden hasta huevos cocidos, simplemente huevos, hechos. Pueden encontrar de todo en cualquier mini mercado. También venden café con leche en botellitas, y café en latita. Todo caliente, no frío.

En algunos lugares de comida, no hay mozo que tome el pedido. Uno ingresa el menú en una máquina que hay a la entrada y paga allí mismo. Con eso retira su orden en el mostrador y se sienta a comer. En la mayoría de los restaurantes y lugares de comidas, ya sea la carta o la maquina tiene fotos de todos los menú, incluso hay algunos lugares que tienen dispuestos los platos a modo de ejemplo, en vidrieras. Esto torna super fácil la elección, ya que aunque este también en ingles, muchas veces uno no entiende bien como viene preparada la comida!

También hay otros restaurantes, sobre todo de sushi, donde hay una especie de barra o mesa grande, y circula una cinta (como las de los gimnasios pero pequeñas) con platos. Uno va tomando de allí los platos a medida que van pasando.

Esto se extiende a todo, incluso los tarritos de mermeladas que usualmente sirven en los desayunos, tenia incorporada esta idea de automatizar todo. Básicamente, en lugar de abrirse retirando la parte de arriba como estamos acostumbrados, y luego untar la manteca o mermelada con un cuchillo o cuchara en nuestro pan, este se doblaba al medio y la manteca o mermelada salia directamente para irla distribuyendo en el pan… estan en todo!! Por si fuera poco, en el mismo tarrito vienen ambas cosas, manteca y mermelada…

Muchos usan tapabocas.

Van a asombrarse por la cantidad de personas que van a ver usando tapabocas. En el metro, en las calles, en todas partes, esto es algo corriente. En un principio nos dio un poco de duda, dijimos… y si lo usan porque hay algo en el aire que es nocivo? Realmente, no eran pocas las personas que lo usaban.

Luego nos explicaron que se usa más bien como prevención por contagio de enfermedades como gripe, resfríos, etc. Muchos lo usan como precaución, pero muchos otros lo usan cuando están enfermos, como forma de evitar contagiar a los demás. Simplemente, unos genios.

Todos están prolijos y pulcros, siempre.

Es asombroso el nivel de prolijidad que tienen estas personas, y llama la atención. Uno no ve una persona desaliñada, desprolija, con ropa rota o vieja.

Todos parecen sacados de una maqueta. Las mujeres con su pelo perfecto, incluso aquellas que tienen una onda más audaz, están prolijas. Los hombres también, perfectamente vestidos y peinados. Hasta los niños tienen su ropita que parece recién puesta; los zapatitos y medias blancos blancos, todo inmaculado.

Incluso los perros están así de perfectos! Es increíble!!

Son silenciosos.

Sí, ya sé que lo dije antes. Es que realmente, son muy silenciosos! No solo en lo que a hablar respecta, sino que son silenciosos en todo aspecto. Para la cantidad de personas que hay, debería ser una ciudad muy ruidosa. Pero no lo es. Los autos son silenciosos, nadie toca bocina, incluso los metros son silenciosos!!

Realmente, para quien no está acostumbrado puede ser realmente un poco demasiado, pero hay que valorar el hecho de que el caos no sea moneda cotidiana entre taaanta gente!

Puede no ser algo a lo que estemos acostumbrados. Podemos no estar de acuerdo con una sociedad tan automatizada, tan perfecta, y tan ordenada. Debo reconocer que las normas tan estrictas chocan un poco, y uno extraña ese caos imperfecto… el ruido, la música, el poder moverse sin parecer un gigante descontrolado (si, porque ellos son pequeñitos y menudos, uno se siente un poco gigante además de bruto). Pero debemos también darles crédito por haber logrado ese nivel de perfección, de orden y de limpieza, nos guste o no, es digno de admiración. Uno realmente se siente seguro en una ciudad con éstas características!

Y vos, que opinás? Comentanos!